martes, 2 de septiembre de 2008

No gringos, no chinos, no mexicanos, ni uno.



Bienvenidos a Rovinj, localizado en la península de Istria a una hora de camino de Trieste, en la frontera italiana, ofrece a sus visitantes días tranquilos en el mediterráneo. Con sus playas rocosas y agua transparente, garantiza una total satisfacción. En este lindo pueblito, medieval, custodiado por Santa Eufemia, cuyo cuerpo llegó a la costa en el 380 y cuya catedral se encuentra en la cima de la colina, se respira un ambiente europeo de verano. No importa cuanto los busque, aquí no encontrará ni un gringo, ni un chino (y por chino nos extendemos a toda Asia) ni un mexicano, sus visitantes son en gran parte holandeses, húngaros y los siempre sonrientes alemanes. No se deje intimidar, la mayoría habla italiano, pero tampoco haga caso de la misa en italiano anunciada para las 7 y media, ya que se encontrará en una situación de incomprensibles cánticos y rezos tratando de adivinar a qué hora debe decir el padre nuestro.

Por la comida no se preocupe, ofrece una gran variedad de platillos del mar, para los amantes del pescado (y para mis pulgas), existen diversos platillos que lo encantarán, también es típico el calamar frito o a las parrilla. Para gustos mas terrestres, las especialidades croatas no faltan, ćevapčići, pljeskavica, praznici (chevapchichi, pleskavitsa, prasnichi) hechos a base de carne molida se encargarán de mantenerlo con la barriga llena y el corazón contento. Pero aun hay mas, usted puede ir a comerse un buen lechón asado, una tradición que pasa de generación en generación, es el puerquito con la manzana en la boca que ha visto en las películas, puede aprovechar esta oportunidad para comerlo, un verdadero manjar.

Entre otras actividades, puede ir a pasear en la noche al muelle, sentarse en un bar sobre las rocas del mar, actividades deportivas como tennis, o fútbol, clases de húngaro etc. No olvide su traje de baño y prepárese para la diversión.

Portofino



Si hay una cosa que me trauma de Italia es que hay playas privadas. Todas están concesionadas para “clubs de playa” que no tienen nada de interesante, no tienen alberca ni jacuzzi ni nada, solo tienen sombrillas y sillas de playa con las que retacan la poca arena existente. Claro, bendita sea la democracia y que la gente tenga acceso al mar también, así que por cada playa repartida en clubs dejan un pedazo (obviamente el mas pinche) libre para que la gente llegue.

Pues fuimos a Portofino, que es de lo mas “top” en Italia, no llega ni el tren, hay que ir a Santa Margherita y de ahí pasa un camión que se va por “la costera” más peligrosa que haya visto jamás y hace dos paradas, la primera en el centro de S. Margherita la segunda en la “playa” y la tercera en Portofino para un recorrido total de 20 min.

Primero fuimos hasta Portofino y vimos los yates elegantísimos y los barecitos a la orilla, el mini-pueblito no tiene más calles que millones de escaleras para ir a todos lados, o sea, que no es opción para ir a jubilarse, hay que ir cuando se es joven porque esas escaleras son casi casi olímpicas. En el puerto vimos un par de veleros estacionándose con un señor rico y unos 15 miembros de la tripulación en cada uno que sudaban frío con cada movimiento para no chocar al barco contrario. Nos sentamos en uno de los barecitos para tomarme la coca de 300 ml. más cara de mi vida y dimos una vueltita por las escaleras, que Portofino de todos modos es muy pequeño.

De regreso decidimos ir ala playita, al fin y al cabo ya traía el traje puesto, pero para mi sorpresa, del pedazo de 80 metros de playa que había 40 eran para un club de playa, 45 para el otro y había un pedazo en medio de los dos “libre”, que para que el proletariado no se mezcle con los que pagaron 50 euros para usar la sombrilla todo el día, la playa está dividida hasta el mar por un muro-de-Berlín de madera. Agarré mi toalla y pensé en buscar un pedazo para quedarme pero había tanta gente en ese espacio de 5 metros de ancho por lo que había de arena hasta el agua que no eran más de 15 m. que no cabía mi toalla, es más, no cabía yo parada, llenaba de arena a las personas o las golpeaba a cada paso que daba. Tuvimos que irnos de ahí y buscar un pedazo de piedras del otro lado de la bahía para estar, cuando se nubló regresamos y ya no había gente así que pudimos quedarnos. Jamás había sentido claustrofobia en el mar.

Ah, para Agustín, el highlight del viaje: nosotros fuimos el 6 de Julio, mi roomate de Kuwait (que era mas raro que un perro azul… bueno o árabe, no se cual es el problema) fue al día siguiente, claro que no me invitó, ni me dijo que iba (ni sabía que yo fui), solo me dijo dos días después que se encontró a Jennifer López y Marc Anthony en el puerto, que seguro estaban estacionados al lado del yate que puedo jurar que tiene mi roomate, pero que tampoco me dice.

Tacos Arabes



Tal como el grupo de facebook, a falta de los tacos me fui a comer un kebap, el problema fue que olvide la cámara fotográfica al final. Salí con la sensación de que algo me faltaba, la típica, pero me convencía mí misma que eran solo “mis nervios” y no hice caso, hasta el día siguiente que vinieron Attila y Alessandro a cenar a mi casa y a la hora de las fotos, ¡téngale! Que no tenía la cámara.

No me quedó otra que volver a “Istambul” el local de los kebaps que queda cerca de mi casa, con cero esperanza de volver a ver mi cámara, al final de cuentas, ya queda poca gente “decente” en este mundo y los árabes no encabezan la lista, a preguntar por mi cámara, hasta pena ajena me daba yo de pensar la forma en la que me iban a negar rotundamente haberla visto, aunque cuando salí de los tacos no había nadie mas que ellos, que corren a limpiar tu lugar antes de que lleguen nuevos clientes.

Entré en el lugar y me dirigí al muchacho que me había atendido antes, le dije con mi mejor sonrisa:
-Hola!!, fíjate que ayer vine a cenar y se me olvidó mi cámara.
Antes de que se atreviera a decirme que no… continué.
-Si!!!, mira es una así chiquita verde, super bonita, y estaba sentada por allá y entonces me fui y la deje arriba, al lado del plato bla bla bla…

El muchacho tenía cara de que no me entendía, pero en eso llegó un compañero suyo y le dijo, sí, es esa que está en el cajón. El muchacho abrió el cajón y sacó mi cámara…. Que felicidaddd!!!! Me voy a tragar mis palabras, los árabes son decentes!!!!! Son muy decentes!, ya me viera olvidando la cámara en los tacos de Chapultepec porque seguro no la vuelvo a ver jamás. Salí saltando de felicidad, es más, todavía no me la creo.

Al día siguiente estaba en un bar y saqué la cámara y me acordé de la historia, así que mientras les tomaba fotos a mis amigos les contaba lo que me pasó. En un punto me puse a revisar las fotos del bar y le daba para atrás y para atrás hasta que llegué a unas fotos que no reconocí….

Les paso el photoshoot que se tomaron los del kebap con mi cámara, hay de todo, para el calendario del local, desde haciendo los taquitos, hasta un video del trapeador!, pasando obvio por la foto de malvados y la foto con cuernitos, para que se rían tres horas como yo.

domingo, 13 de julio de 2008

Tengo manita, no tengo manita


Me caí de la bicicleta, tenía que pasar un día, iba regresando en la noche a mi casa y en eso había un pedazo de calle que se volvía estacionamiento, claro que pensé que estaba al mismo nivel pero no me fije que era como banquetita y no me concentré en quedarme en la calle así que de repente pegué con la banqueta y entre que me subía o me quedaba abajo perdí el control y me caí. Pero no caí como la gente adulta, caí como la primera vez que se cae uno de la bicicleta, hacia la derecha con las palmas de las manos apoyadas en el suelo tratando de frenar. Mi mano derecha recorrió como 1 metro hasta que por fin se detuvo, la bici me aplastó las piernas y la verdad me acorde de cuando era chiquita con el raspón de la mano que me ardía como nunca. Lo bueno es que todavía venía Attila cerca, así que grité para que viniera a ayudarme, levanto la bici y me ayudo a llevarla hasta mi casa, bendito sea dios que no tengo merthiolate, me da más miedo eso que volverme a caer.

Yo dije, ahh pues es el golpecito, mañana o pasado ya no me va a doler, pues pasaron los días y pasaron y cada vez me dolía más, me apretaba el puño y tronaba, me acordé de cuando mi papa se rompió el tobillo pero juraba que era una torcedura y que se iba a curar con un ungüento de árnica, pero yo le veía casi pus saliéndole del tobillo hinchadísimo.

Al final me dejé llevar al hospital, pero no me creían que hubiera caído sola, pensaban que estaba ocultando el hecho de que me habían atropellado, como que no hay gente tan torpe que caiga solita. Insistia el doctor:

-¿Qué te paso?
-Me caí de la bicicleta.
-¿Cómo? O sea, la atropellaron
-No, yo solita
- ¿Sola? Pero, ¿Cómo?, osea como que se resbaló o como le hizo?

Como si no se hubieran caído de niños, pero bueno total que tuve que esperar mucho tiempo porque no había ido luego luego y pasan a la gente con más urgencia y una semana ya no cuenta, ya hasta me sentía mal llegaba gente super chueca toda rota y yo con mi manita. Me sacaron una radiografía y cuando la ví en el monitor dije, nooooooo me la van a tener que amputar!!!! que es esoooo, pero aparentemente yo no se nada de huesos por que estaba completo, no tengo nada roto y me dijeron que solo había que descansar la mano porque si hago esfuerzo nunca sanará.

jueves, 10 de julio de 2008

El Tour de Italia

Por fin salí de Milán, ya llevaba más de un mes aquí y no había podido ni ir al pueblo más cercano, de repente es desesperante porque el año pasado viajábamos todo el tiempo, claro que las cosas ahora son diferentes y hay que saber también como vive la gente que trabaja aquí, por si acaso.

Entonces fui un sábado con Attila a Verona, puedes visitar la ficticia casa de Romeo y la de Julieta donde es de buena suerte tocarle la “boobie”, se puede subir también al balcón, por la módica cantidad de no se cuanto porque no lo pagaría. Visitamos los lugares turísticos y comimos pizza en un intento de picnic frente al río.

De regreso fuimos a Mantova que está muy lindo, es como un pueblito de primer mundo, super industrializado lleno de gente rica porque son de esos norteños que tienen recursos. Ahí visitamos a Istvan (Esteban) un amigo húngaro de Attila, que se veía calladito, se veía dije. Pero es muy buena onda, él trabaja ahí, en una empresa petrolera que le paga el departamento, de lujo, nos dio un tour por la ciudad y sus alrededores muy lindo todo, hasta que llegamos al castillo abandonado que Istvan quiere comprar cuando sea rico y cambiarse el nombre a algo en español para tener un nombre muy largo y también nombrar el castillo y a su reino, San Martín de los Camotes (el nombre lo sugerí yo, por supuesto). Después, fuimos a tomar un helado a donde le gusta la chica que atiende, en verdad los helados no están buenos pero ya sabemos porqué va, pero no le digan a su novia, de todos modos no pudimos ver a la muchacha porque no trabajó ese día. Nos quedamos con él, que nos quería embriagar con el vino que hace su papá y al día siguiente nos dio ride a Milán.

Llegando a Milán nos recogió otro amigo del amigo, porque no me cae tan bien, para ir a la montaña (casi pegado con Francia) a una “carne asada”, que de carne solo tenía el nombre, porque quien me manda a venir a italia pensando que voy a comer un vacío como en mi casa... aunque después de casi 4 horas de camino con la fila interminable de la carretera, hasta bueno me supo, la gente muy amena porque era la cabaña en la montaña de la novia del mejor amigo de Attila que es super buena onda y que le echaron muchas ganas a la organización, la pasamos muy bien, pero el regreso a Milán, también de 4 horas casi me mata.

Ladri di Biciclette




Yo en verdad no quería comprarla pero luego Attila no me deja hacer nada divertido, en la película se veía fácil robarlas, supongo que hay que tener más cuidado pero de todos modos no pasó. Desde un principio las buscaba entre los anuncios de cosas usadas, porque una nueva cuesta alrededor de 100 euros y una buena 200 o 300. Claro que yo pensé, dado que aquí todo se roban, según lo que escuche en las noticias alrededor de 290 mil al año solo en Lombardía, que los precios serían bajos y mucho mejor, que seguro había un mercado negro de bicicletas robadas a precios increíbles, pero no es así. Todas las venden carísimas, no es que las cuiden mucho, un pedazo de chatarra cualquiera y piden 80 Euros. ¿Cómo se atreven? Yo, justo el día que encontré (no la Maseca) el sustitutivo sudamericano (porque aquí esta lleno de ecuatorianos y peruanos) de la harina para hacer tortillas, chafonas, pero tortillas, un puesto en el mismo mercado latino que vendía unas bicicletas horribles y viejas, tenía que ser una buena oferta, el tipo pedía 60 euros (yo obvio no le iba a dar más de 50) pero le dije que lo pensaría, porque insisto que aquí las venden con el valor sentimental.

Mientras torteaba con mi nueva harina venezolana marca PAN (si hacemos harina y nos llamamos PAN) como si ya no hubiera mañana y unas tortillas eran mas chicas otras más gordas pero al final eran tortillas lo pensé y decidí regresar, pero bendito dios que no lo hice luego luego porque al día siguiente vi tirado en la sala de mi departamento-cuchitril las ofertas del supermercado que cumple 50 años y justo tenían la bicicleta de mis sueños a 70 euros, corrí por ella por aquello de “hasta agotar existencias”.

Es perfecta, obvio azul, con una luz que se enciende mientras pedaleo, es todo lo que siempre soñé. Pasaron como 3 semanas hasta que ayer por fin Attila me le arregló el manubrio que ya se me hacia raro que estuviera tan bajo pero es que más bien lo vendían volteado y había que ajustarlo, pero bueno, mas vale tarde que nunca. Lo único que le falta es una de esas canastitas para ir por los baguettes (que no compro) y poner mi bolsa (que si me sería útil), ahh y una campanita para pitarle a la gente terca que insiste en atravesarse.

Inmediatamente quise ir a trabajar en mi flamante bicicleta pero se me olvidaba que yo no se bien como funciona eso de andar en bicicleta por la ciudad, así que los primeros dos días casi atropello a 3 viejitas y 2 civiles pero lo peor es que casi me atropellan a mi como 10 veces. Los osos mas grande los hice llegando al trabajo, porque está Luciano (el de la puerta) ahí parado siempre y al principio entre que casi me caí como 2 veces, y siempre me quedaba del otro lado de la calle porque no me dejaban cruzar, más bien yo no sabía como y el me veía con cara de “cruzaaa cruzaaaaa” pero eventualmente fui mejorando y él siempre me abre la puerta hasta deja encargado al portero del edificio de enfrente cuando no está.
A veces me siento como en el Truman Show, siempre me encuentro a la misma chica en bicicleta que va vestida como modelo a trabajar en el primer alto. Después a la señora con la carriola roja con los gemelos, el señor que fuma delante de su oficina y a la otra señora que lleva a la niña de la mano.

Pero me encanta, encuentras muchas cosas vagando por la ciudad, como cuando quería ir al parque pero pasando por la catedral había la promoción del festival de cine y tenían los mejores cortometrajes de los años anteriores en la pantalla gigante así que ya no llegué al parque, o llegar a la fiesta en bicicleta y poder regresar a la hora que quiera, obviamente no puedo tomar… no todas se ganan.

domingo, 22 de junio de 2008

El trabajo es para los pobres

Mi primer día de trabajo fue bastante bueno. Yo había ido a presentarme unos días antes así que cuando llegué estaba ahí mi jefe y me llevó a la biblioteca (que está literalmente, al fondo a la derecha) lejos de la civilización y donde las ondas de la felicidad llegan tristes. Ahí esta la computadora que uso yo, con tecnología Pascal masomenos y esta grande el espacio que tengo. Como a la hora llegó mi jefe y me dijo que si lo acompañaba a unas juntas que tenían en la ciudad porque venían unos de México…

Pues resulta que vinieron el Presidente Municipal de San Mateo Atenco (no confundir con San Salvador Atenco) el Secretario y el Tesorero que fueron a España a no se qué y claro aprovecharon “juntas importantes” para ya terminar de darle la vuelta a Europa. Así que tomamos un taxi y nos fuimos a una escuela de diseño de zapatos para esperar a estas personas que llegaron después, unos políticos del corte de “La Ley de Herodes” que no venían ni siquiera formales, del corte de y estuvieron platicando con el director de la escuela de mandar gente para su capacitación etc, etc.no nos dejaban traducir ni nada ahí estuvimos en la junta donde hablaba uno que solo se entendía a sí mismo y los demás tomaban fotos como paparazzi. De ahí pasó el chofer del consulado por nosotros y nos llevó a comer porque ellos tenían otra junta a las dos y media de la tarde y no iban a alcanzar así que nos invitaron con el presupuesto del municipio… lo malgastaban de una manera que los ridículos hasta ¡querían irse a Venecia en avión! Es la cosa más ilógica del mundo, está a menos de 300 km. Así que querían ir de aquí en avión a Roma y de ahí cambiar, total que terminamos convenciéndolos que mejor tomaran un tren directo como todas las personas razonables, no les importó desperdiciar lo que habían pagado en el vuelo, al cabo que pagaba el pueblo.

Pero en fin, muy buen comienzo… el día siguiente estuvo normal no hice mucho, pero el tercero, mejoró toda la situación estaba ahí medio picándome el ojo y llegó mi jefe y dijo algo de un futbolista, yo dije éste ha de pensar que estoy jugando FIFA en la compu, pero con esa compu no se puede hacer nada y después me dijo… si Maldini bla bla bla… Que, qUe, quEEEEEEEEEEEEEE!!!! Paolo “papacito” Maldini está aquí y yo me estoy picando el ojo en el último cuarto de la oficina??? Así que no escuche nada de lo que dijo después porque casi lo empuje para correr a verlo, y entonces me quede ahí parada y veía como hablaba en español con todos porque como que quieren ir de vacaciones a México pero la nana de sus hijos (peruana) necesita visa para entrar al país, y me vio con cara de… necesitas algo? Y ya me dio pena quedarme mucho más tiempo ahí porque ya había hecho un oso muy grande y me regresé a mi lugar y ya no escuche cuando se tomaron la foto así que no salí, pero bueno, corroboré mi teoría de no salir nunca de mi casa sin la cámara de fotos, porque nunca sabes cuando te vas a encontrar a un perro azul, o en este caso, cuando va a venir Paolo Maldini a tu trabajo.

Después del trauma, les platico del trabajo, todos son mexicanos, a excepción del chofer que es del Salvador pero es el más simpático de todos. Mi jefe, como la mayoría es chilango, fresón pero no tanto, todo tranquilo, el mundo se cae pero él… fresco… bueno supongo que con ese trabajo no hay chances de estresarte, es demasiado padre. El Cónsul General, Benito, a quien todos se refieren como “El Embajador” llega a trabajar alrededor de las 10 cuando Mario (el Chofer) pasa por él a su casa que está a menos de un km de distancia y cuando se vá los demás van a la cocina que está enfrente de la biblioteca y toman del refri lo que trajeron en la mañana y se lo comen en la biblioteca, porque no vale la pena salir a comer para la hora que les dan. Aunque es hasta sospechoso como logran llevar de “lunch” chiles rellenos, yo que me muero porque se me olvidó la Maseca pero ellos como si nada sacan –dios sabrá de donde – hasta Huitlacoche para la cena, yo no quiero sacar conclusiones.

Tienen un atraso en el trabajo impresionante, no hay tanto qué hacer, pero se las arreglan para postergar las cosas más que yo, a tal grado que estuve toda la semana dando de alta las visas no electrónicas que han otorgado desde enero (cerca de 300) que aparte se supone que lo deben de hacer todos los días y que en menor escala no te toma ni 10 min. pero lograron a base de mucho esfuerzo, o al contrario, dejar que se acumularan, yo no se como le hubieran hecho si no llego yo, me las imagino a fin de año dando 1000 de alta, trabajando hasta media noche.

Que por cierto había otra chica de Monterrey que tenía que hacer el servicio el mismo tiempo que yo, pero, no se presentó que raro porque me dijo mi jefe que hasta se había puesto en contacto con él por mail y todo, pero simplemente no llegó nunca, seguro está en Austria con la EuroCopa a todo lo que da. Lo se porque me llegó mi credencial y también llegó la de la misteriosa, yo que esperé mi credencial como mil años y es un vil papel a blanco y negro impreso terrible, es una cocinada rotunda parece falsa, hasta vergüenza me da enseñarla a la gente van a pensar que me inventé lo del trabajo, cómo se atreven a hacer algo como eso.

viernes, 13 de junio de 2008

Mad House


Vivo en un departamento, no tan pequeño en Porta Venezia, justo en frente de Corso Buenos Aires que es una de las avenidas más importantes de la ciudad, está muy céntrico y la zona es bonita. Bueno el edificio del departamento, para variar esta en remodelación así que en realidad no puedo ver bien bien la fachada pero mi cuarto es la onda. Es como uno de esos cuartos buenazos que me imaginé de chiquita, es pequeño pero tiene un balcón que da justo a Corso Buenos Aires, me encanta lo malo es que no puedo dormir con la ventana abierta porque escucho tanto ruido que siento que los carros me atropellan, para mi claustrofobia… bueno total que mi cama esta encima de un tapanco que en realidad es el techo del distribuidor de afuera, bueno es difícil de explicar. El punto es que subo por unas escaleras a mi cama que solo ha vuelto más complicada mi obsesión por ir al baño en la noche que tengo desde hace como un año, porque cada vez que me levanto (3 o 4 veces por noche) tengo unas ganas increíbles de ir al baño lo que significa bajar borracha las escaleras y corro peligro de muerte en cada… meada?, y todo para que ni siquiera tenga tantas ganas.

Ahora mis roomies, uno se llama Filipe, es portugués y el otro se llama Mohammad, él es de… Kuwait. Bueno Filipe es más fácil de entender, tiene 25 años y es medio Playboy, se ve que se liga a la mitad de las de su universidad y a la otra… también, estudia administración y lleva todo el año de intercambio aquí, su familia tiene un restaurante en Portugal así que cuando cocina, come gourmet.

Pero luego está Mohammad, el también tiene 25 y estudia una maestría en diseño, yo juro que su familia tiene petróleo, Filipe me dijo que tienen farmacias pero yo no le creo porque está bañado en dinero, yo no se porque vive aquí… igual me urge hacerme su super amiga para que cuando privaticen el petróleo en México y él se compre un pozo, me haga socia… pero igual es árabe y no se como se mueva el mercado pero por ahí podrían venderme por uno o dos camellos, entonces no se si me tomaría en cuenta, por otra parte tiene una novia rusa, guapísima, obvio pero jura que se va a casar con una de su país (nótese el una y no varias) porque se entienden mejor. Él obviamente no lava un plato, claro que no sabe cocinar y siempre come en la calle, por lo general en el Mc Donald’s que esta aquí abajo, es tanta su recurrencia que se hizo super amigo de Fuad, uno que trabaja ahí que es de Líbano y cada vez que sale de trabajar, le trae más hamburguesas y se ponen a fumar shisha.

José es otro personaje recurrente en la casa, es el filipino que limpia la casa que en realidad limpio yo más durante toda la semana, pero ya les cobraré un día por mis servicios. También entiendo a José es imposible limpiar, esta casa esta llena de cosas extrañas, por ejemplo hay un friso de corcho en la sala con postales, boletos, fotos de gente que ninguno de nosotros ha visto, creo que tenemos una foto de la ex-novia del dueño de la casa colgada por ahí. Ahhh cabe mencionar que mi cuarto no era la excepción porque antes vivía aquí un amigo del dueño que justo se fue a Inglaterra por el tiempo que voy a estar aquí y luego regresa, pero como que se quedó con la idea de que podía dejar toda su basura, yo obvio le tire la mitad de las decoraciones extrañas y lo demás lo retaqué en el closet de la casa. Pero no pude hacer lo mismo con el resto de la basura porque cuando propuse que todos tomáramos lo que es nuestro en la alacena y en el baño y lo que quedara sin dueño iría a la basura, Mohammad dijo que probablemente era del dueño y que había que respetar sus cosas, que aparte ha vivido aquí mucha gente que deja sus cosas y pues es imposible saber qué es de quien.

¡Dios mio! y yo que pensé que si rentabas una casa rentabas la casa y no la bodega… pero poco a poco tiro las cosas y de todos modos no se dan cuenta muajaja.

martes, 3 de junio de 2008

Single-Serving Friends

Lo bueno de este viaje es que lo hice con Natalie, al menos hasta Atlanta, porque el año pasado llegue a la sala de espera para el cambio de vuelo, me senté en la barrita que tiene conexiones para computadora y no me moví, ni para comer porque tenía demasiadas cosas que cuidar. No entiendo el miedo de viajar solo, en realidad tengo la teoría que no puedes durar solo mas de 5 horas, en ninguna situación.

Lo que me recuerda a Fight Club (El Club de la Pelea), que Edward Norton viajaba todo el tiempo por su trabajo, todo se sirve en porciones de uno en un vuelo, desde el azúcar, la sopa, el pollo, etc. pero él tenía amigos “Single-Serving Friends” (amigos de una porción), que prácticamente era la gente que conocía en el avión.

Pero yo venía con Natalie y aunque el avión parecía convención de universitarios, lleno de gente conocida y por conocer entre los que se van a Londres por el verano para trabajar, los que tienen cursos de verano o los Yuppies que vienen exclusivamente de vacaciones por tres meses, y aun ahí había gente sola.

Así que en cuanto nos bajamos del avión conocimos a Paty que es una chava que estudia mercadotecnia en el Iteso y volaba hacia Madrid para un curso de verano y fuimos a mi super barrita de internet gratis, estábamos ahí las tres y en eso llego Veva, una del TEC que también iba a un curso de verano pero a Barcelona y al final se sentó en el último lugar Ale, una egresada del ITESO que iba de vacaciones, por ¡¡¡¡¡ 6 meses!!!!

Terminamos en el TGI Fridays comiendo hamburguesas y mojitos, porque alguien propuso ir borrachas al vuelo para sufrir menos, eso obvio no llegó porque es muy caro pero de todos modos desafiamos el sistema gringo porque Paty tiene 20 y no puede beber, dios!! Que malvadas somos jajaja.